la más bella flor del universo. ¡Vino! ¡Vino rosado como tus mejillas!
Y que mis remordimientos sean tan leves como tus rizos.
¿Piensas en tus antepasados. Son polvo con el polvo confundido.
¿Hablas de sus méritos. Mírame sonreír. Toma este ánfora y
bebamos, escuchando, sin inquietudes, el vasto silencio del
universo.
No me interesa saber dónde podría comprar el manto de la astucia o
de la mentira, mas ando siempre en busca de buen vino. Ha nevado
en mis cabellos, y aprovecho la ocasión de ser feliz hoy porque
mañana me faltarán las fuerzas.
Bebo vino como las raíces del saúz la clara linfa del torrente.
"No hay más Dios que Alá - dices - sólo Él lo sabe todo".
Entonces, al crearme, no ignoraba que tendría que beber. Si no lo hiciera así, fallaría la sabiduría de Alá.
Escondo mi tristeza, como los pájaros heridos que se ocultan para
morir.
¡Vino! Escuchad mis bromas. ¡Vino, música, y tu indiferencia
para mi tristeza, amada mía!
¡Qué mezquino el corazón que no sabe amar! Si no estás enamorado,
¿cómo puedes gozar con la deslumbrante luz del sol o la suave
claridad de la luna.
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